sábado, 22 de noviembre de 2014

Jerarquización de las actividades empresariales

Jerarquización de las actividades empresariales

          Para esta semana os vamos a ofrecer el criterio para jerarquizar las actividades empresariales con fin de ayudaros a planificar y programar vuestro tiempo. Para ello, empezaremos con la definición de empresa.
          La empresa es una entidad en la que intervienen el capital y el trabajo como factores de producción de actividades industriales o mercantiles o para la prestación de servicios. Es donde un empresario invierte una cantidad de dinero con el fin de obtener beneficios mayores que la inversión al producir un bien o al prestar un servicio a cambio de un precio.
          Atendiendo a la actividad de la empresa, podemos encontrar de dos tipos: de producción de bienes y de prestación de servicios.
          Ahora, para jerarquizar, hay saber diferenciar entre urgente e importante, pero la importancia depende de los valores y objetivos a conseguir de cada empresa.
          Lo urgente es la cualidad asociada al tiempo.   Aumenta a medida que te queda menos tiempo para la fecha límite.
          Importante es la cualidad asociada a las consecuencias. Una tarea es importante solo si las consecuencias que sufriremos al no hacerlas son graves.
          Siguiendo estas prioridades, nos referiremos a ellas según el tipo de empresa de la que se trate.



Urgente e importante: hacerlo ahora, como por ejemplo, alguna reunión por falta de liquidez (ambas empresas), tener listo un catering para una boda (empresa de servicios) o la entrega de un coche (empresa de bienes).
Urgente y no importante: puedes delegarlo a un subordinado ya que es urgente y hay que hacerlo ahora pero no es importante. Por ejemplo, responder el correo de la cena de Navidad (ambas).
Importante y no urgente: decide cuándo hacerlo; antes de ellas solo realizamos las urgentes e importantes, por ello tenemos el tiempo para decidir cuándo hacerlo. Por ejemplo, construir relaciones con los compañeros de trabajo (ambas).
No urgente y no importante: deséchalo; no lo hagas nunca. Por ejemplo, la pérdida de tiempo, llamadas personales o actividades agradables que no se deben hacer en el horario laboral (todo es común tanto para una empresa de bienes como para una de servicios).

          Lo importante no se debe dejar de lado por lo urgente, ya que en un tiempo lo importante se volverá urgente y sería el pez que se muerde la cola.
          Aquí mostramos un organigrama en el que podemos apreciar la pérdida de tiempo que supondría para el consejo de dirección informar a cada uno de los trabajadores de las tareas a realizar o de imprevistos que modifiquen el trabajo diario:

          Como vemos, en el recuadro principal está el consejo de dirección que informará a los departamentos, estos informarán al jefe de personal o departamento subordinado (en el caso de que hubiese), y este informará a los demás empleados.
          Esperamos haberos minimizado la pérdida de tiempo y ayudado a organizaros para no perderlo.

Un saludo, 

Las distribuidoras del tiempo.

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