Estas personalidades pueden suponer efectos muy negativos a la hora de gestionar de manera eficiente el tiempo que se dedica al trabajo.
Empezaremos por la persona perfeccionista, es una persona que cree que todo puede mejorarse, se esfuerza al máximo en cada detalle y piensa que hacer lo que corresponde es lo primero. Sin embargo, este pensamiento es un arma de doble filo ya que la fijación máxima a cada detalle intensifica el estrés y el miedo a que puedan dar una mala opinión sobre la forma de ejecución de la tarea.
La persona perfeccionista centra constantemente su atención en lo que está bien y lo que está mal, lo que sería correcto o no, además de lo que debería de haber y lo que hay.
En segundo lugar mostraremos la personalidad de un individuo perezoso. Las personas perezosas se caracterizan por su dedicación a posponer las tareas o las decisiones difíciles hasta el último momento, ya que no son de su agrado o bien prefieren emplear ese tiempo en otras actividades.
Al igual que la anterior es un arma negativa que puede causar una falta de eficacia para la empresa que se dirige. La pereza también está asociada a la condición humana, ya que las personas prefieren dejarse llevar y no obligarse a llevar a cabo las cosas importantes en el momento en que se deben hacer.

Por último hablaremos sobre las personas descuidadas. Este tipo de empresarios o trabajadores realizará el trabajo en mucho menos tiempo, pero al no emplear este tiempo adecuadamente tendremos que llevar a cabo una repetición de lo que ya hemos hecho para supervisar que no existan fallos que conlleve la consiguiente pérdida de eficiencia. Al fin y al cabo acabaremos perdiendo el tiempo que creímos que habíamos ahorrado en hacer las cosas de ese modo.
La efectividad en el trabajo depende del rendimiento de cada persona y el rendimiento que podamos alcanzar con la realización de una actividad o tarea dependerá del momento en que esta se ejecute.

Hay personas en las que su rendimiento es óptimo en algún momento del día concreto.
La motivación es la fuente principal del rendimiento.

Fuente: Habilidades directivas. Pearson. López Fernández, M. Díaz Carrión, R. Martín Prius, A. Cuellar Vázquez, L. F. Barrena Martínez, J. Romero Fernández, P. M. Ariza Cabrera, J.M. García Carbonell, N. Foncubierta Rodríguez, M.J
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